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miércoles, 24 de agosto de 2016

ME INCORPORO AL MUNDO LABORAL

Una vez terminado la titulación de auxiliar de enfermería tocaba sumergirme en el mercado laboral, y ya que mis últimas prácticas las hice en una residencia de ancianos donde sabía que siempre necesitaban personas para trabajar, decidí echar el curriculum sin muchas esperanzas ya que en mi paso por la residencia tuve momentos de todo tipo.

Me llamaron  al poco tiempo y empecé con mucha ilusión y muchos nervios. Pronto descubrí el porqué, de que necesitaran mucha gente, y lo que duele la espalda trabajando en una residencia y teniendo espina bífida con más motivo.


No estuve muchos meses en la residencia ya que mi hermano me comento que abrían un hospital en Torrevieja y que estaría bien que me apuntase para ver si me cogían.
El día que recibí la primera llamada para la primera entrevista toda mi familia lo celebramos como si ya me hubieran dado el puesto de trabajo, que ilusión¡¡

Cuando fui pasando las fases y llego el día de conocer a mis compañeros y saber  en qué unidad me tocaba trabajar…  A mi madre ya no le hizo tanta ilusión ja ja, y es que claro tan jovencito y que empieces trabajando en una unidad de salud mental pues impone un montón.

Una vez dentro del trabajo no tarde en escuchar algún comentario que las personas con discapacidad suelen escuchar tales como: “tú has entrado al hospital porque tienes discapacidad así cualquiera”.

Y aquí mi mini consejo: puedes ser contratado por discapacidad, porque si es cierto que el empresario recibe ciertos beneficios por tu contratación, y aparte están obligados a tener cierto porcentaje de la plantilla con discapacidad, pero no os equivoquéis, si tú no defiendes tu puesto, vas fuera del trabajo como cualquier persona tenga o no discapacidad.

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