Hace unos días, por motivos que no vienen al caso, estuve en
el hospital virgen de la arrixaca (Murcia), hospital que aunque no me vio salir
del vientre de mi madre si me dio un segundo nacimiento ya que fui operado para
cerrarme el conducto neural.
Andaba por los pasillos de la parte baja y recuerdo me iban
y me venían, cuantas carreras con mis padres por esos pasillos, cuantas lágrimas
derramadas de miedo y desesperación por mis padres y por mí, pero aunque cueste
creerlo también sonrisa de alegría por objetivos conseguidos y barreras pasadas
con éxito.
En mi mente entraron recuerdos de cómo eran algunas de las
habitaciones que en mis numerosos ingresos había visitado, habitaciones grandes
con más de dos camas e incluso alguna cuna que otra.
Al salir de la unidad teníamos un aula donde hacíamos juegos,
leíamos y al fin y al cabo pasar las horas y los días con el mayor
entretenimiento posible.
También llegaron a mi memoria flashes de como cuando iba a
entrar a quirófano para alguna intervención, sorprendentemente no tenía miedo
me lo tomaba como algo que había que hacer, recuerdo como las enfermeras me veían
pequeñajo y me decían: “tú tranquilo no tengas miedo “y yo pensaba:” clarooo
pues ponte tú en la mesa del quirófano, fría como ella sola, con luces que ni
las largas de un coche por las noche viniendo hacia ti”.
Luego en otra intervención una enfermera me hizo creer en la
magia, bueno me hizo darme cuenta que era muy inocente más bien, estando en la
mesa de quirófano se puso a hablarme para supuestamente tranquilizarme(dicho
sea de paso yo no estaba nervioso, era un machote¡¡) me dijo que me iba a tocar
la nariz y que me iba a dar mucho sueño yo la mire desafiante y dije: “que te
lo has creído¡¡” lo siguiente que recuerdo después de ese suceso fue estar en
la sala de reanimación, si chic@s me engaño¡¡¡
Si escribiera todos los flashes que vienen a mi cabeza de
todo lo vivido en ese hospital viviría flasheado
porque han sido tantos momentos buenos y malos, pero al fin y al cabo momentos
que forman parte de mí y de mi vida.
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